"La mayor necesidad del mundo
Es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos."
(La educación p.57)


UNA MILLA MAS

*Howard Head, el brillante innovador que revolucionó dos deportes, al inventar el ski metálico y la raqueta metálica de tenis de tamaño mediano, literalmente hizo de todo. Cuando se necesitaba barrer el piso, él lo barría, cuando la fuerza de las ventas necesitaba una charla de estímulo, él la daba. Hacía todo lo que se necesitaba hacer.




*George Halas "Papa Bear" refiriéndose a su fundación de los Chicago Bears decía: " Uno tiene que hacer cualquier cosa que sea necesaria". Halas, miembro del Hall de la Fama como jugador de fútbol americano y entrenador, y quién ha tenido más triunfos que cualquier otro hombre en la historia del fútbol americano profesional, hacía prácticamente cualquier cosa por su equipo.

Se sabía que él reparaba las duchas, marcaba el campo con la tiza, recogía las toallas mojadas después de los entrenamientos, les vendaba los tobillos a sus jugadores y sacaba el barro acumulado entre los tacos de sus zapatos. En otras palabras fue una milla más.



En el mundo hay muchos que escasamente caminan la primera milla pero no dan más. Cumplen apenas con su deber, pero no van más allá. Los encuentra uno en las oficinas públicas o privadas.



Cumplen escasamente con su horario y hacen solo lo que se les asigna. No estamos hechos para caminar una milla, sino para ir más allá. Dios ha puesto un potencial en nosotros y él espera que lo explotemos para su gloria. Lo harás hoy?



Si un soldado los obliga a llevar una carga por un kilómetro, cárguenla por dos. A quien les pida algo, dénselo, y a quien les pida prestado, préstenle. Mateo 5:41,42
 
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Col 3:23